Actualizado Martes 21/03/2017 09:40 horas
El día 28 de Febrero del 2017, tuvimos en AMYCE una cata de vinos de la D.O.P Campo de Borja; de la cual todos nuestros asociados y amigos salieron encantados, de la fantástica cata organizada por AMYCE y el consejo Regulador de Campo de Borja.
No voy hablar de sus vinos; porque lo que más me sorprendió fue la conexión de sus orígenes, su historia, su tierra que en conjunto desde mi humilde punta de vista tienen esa grandeza que tienen las grandes zonas de prestigio, de todo el mundo y es la tipicidad de su zona, su variedad reina “La garnacha” donde aquí es la reina de las reinas.
Desde el vino genérico del consejo Regulador Campo de Borja de Garnachas, a cualquier vino que podamos elegir de su D.O.P de cualquier bodega de la zona, nos damos cuenta que tenemos enfrente de nosotros un vino especial, con ciertas diferencias entre sí, pero en un mismo camino, mimar la tierra donde nacen sus viñedos.
Un país, nuestra España, donde muchas zonas y bodegas crecen y trabajan en variedades foráneas tan diferentes a su tierra, para implantar su nivel comercial sin pensar en lo realmente puede ser bueno para sus vinos y sus gentes, dando lugar a un consumismo distorsionado para el consumidor y mal obrado para su tierra.
Lo que más nos llamó la atención en AMYCE, es el saber hacer de las Garnachas, donde nacen prácticamente en Aragón y donde mejor se expresan sus vinos en nuestra copa, dando lugar unos vinos llenos de matices enriquecedores y cambiando una forma de ver los vinos de esta variedad y la forma de beberlos al resto de nuestra España.
Sus cepas de 30, 50 o más años, nos hacen participe de su historia, su Imperio del cual invade al consumidor probando sus vinos, dando lugar a un fan más de su tierra, un seguidor de sus garnachas, de sus bodegas, que representan toda la D.O.P Campo de Borja.
Vinos sin crianza, llenos de fruta, carnosidad, notas algo florales, untuosas, equilibradas en acidez y con un tanino herbáceo, agradable pero complejo, donde nos sorprende que la juventud en esta tierra, de muestra que a veces la elegancia viene de la uva, cuando esta, tiene lo que necesita para desarrollarse.
Otros vinos con crianza nos han demostrado, su potencial de guarda, su estructura más compleja de la cual podemos percibir para nuestros sentidos, un estado tan equilibrado como hermoso para nuestros sentidos.
Aromas en nariz: Fruta madura confitada, notas florales, cacao, canela, vainillas, toffee, tabaco… En boca es denso, untuoso, lleno de frescor por su agradable acidez, ciertas notas cálidas y dulzonas donde existe una conexión entre los aromas de la nariz y la boca dando lugar a esa fruta confitada, esas notas de especies de vainillas, tabaco, etc… Con su agradable tostado aportando una retronasal sencillamente sublime al paladar.
Escrito por: Javier Pozo, Sumillerformador de AMYCE.